La Galería Édron es la primera intervención al antiguo edifico corporativo de Grupo Predeco. El objetivo del proyecto era adaptar un espacio existente para exhibir sus productos. La estrategia fue hacer una intervención más compleja en la que se pudieran mostrar otras formas de aplicar sus piezas, y cómo éstas podrían aportar al lenguaje arquitectónico y a la imagen urbana regional, así como resaltar su capacidad para generar experiencias sensoriales.
El edificio del que forma parte la Galería estaba subutilizado, su uso se redujo a un punto de venta y a una oficina. El proyecto incorpora una sala de exhibición a los espacios antes mencionados, y los concentra en un área más pequeña, liberando el resto de la construcción para una segunda etapa en la que se incorporarán nuevos usos, aprovechando la vocación comercial del terreno.
La intervención consistió en construir 2 muros paralelos a las banquetas para lograr un espacio de transición entre la construcción existente y la calle a manera de atrio, en el que se distribuye el acceso a la sala de exhibición cerrada y a unas escaleras nuevas que llegan a la azotea, la cual se plantea como un área de exposiciones temporales al aire libre en la que se pueden realizar eventos nocturnos.
En el área de la azotea se construyó la oficina de auditoría y un baño. El atrio cuenta con una fuente/jardín acuático que refresca el aire, genera sonido, atrae aves y controla la natalidad de mosquitos. Desde este punto se ingresa a la sala de exhibición, un espacio amplio y versátil en donde se exponen los productos de forma museográfica, el cual convive con el mostrador, las cajas de cobro, sala de espera, sala de juntas, oficina de gerencia y sanitarios.
Conforme se recorre el edificio resalta el adocreto rectangular con el que se formaron los muros nuevos que envuelven el edificio, aplicados con la lógica de los tabiques de barro, pero con un producto derivado de la piedra caliza que abunda en el territorio. Su despiece forma vacíos en zonas estratégicas que permiten el paso del aire y la luz natural al interior, y funcionan como protectores contra el vandalismo y rompe vientos de huracanes. En interiores se utilizó un estuco bruñido en muros y plafones. Los pisos interiores son de concreto blanco desbastado. Todos los materiales de origen pétreo elegidos se utilizan de forma aparente para ahorrar en mantenimiento, y en una misma tonalidad para dar un sentido de unidad. Éstos contrastan con elementos metálicos en color negro que responden a temas de identidad corporativa.
El proyecto eliminó los cajones de estacionamiento sobre la avenida, para la construcción de una banqueta transitable equipada con mobiliario urbano, iluminación y vegetación endémica. En la esquina se generó una plazoleta de acceso a la sombra de árboles existentes. Con estas intervenciones se buscó aportarle a la ciudad infraestructura urbana que favorezca los desplazamientos peatonales.
Fuente: archdaily.mx
Fotos: Leo Espinosa.
