Comprender qué impulsa las disparidades económicas, sociales y educativas entre las comunidades es uno de los temas más críticos y más discutidos del urbanismo. Es un tema cada vez más complejo, con muchos factores en juego, uno de ellos es el diseño y la ubicación de espacios verdes urbanos deseables. Si bien a veces son una herramienta que ayuda a reforzar las comunidades desatendidas en términos de salud y beneficios económicos, seguridad y resistencia al clima, otras veces pueden expulsar a los residentes para los que fueron creados. Ahora, el desafío radica en cómo diseñar estos sitios recreativos para crear un mejor futuro para todos.
LLa ciudad de Nueva York ha servido como estudio de caso de los efectos de esta forma de «gentrificación verde». Tomemos, por ejemplo, los condominios de un millón de dólares que bordean Central Park, el espacio público más grande de la ciudad con casi 850 acres de espacio verde. Vivir justo en el borde del parque, o incluso cerca, se ve como una gran comodidad y un punto de venta destacado por muchos corredores residenciales que ofrecen sus unidades a los compradores más ricos de la ciudad que lo ven como su propio patio trasero, especialmente aquellos que viven en la fila de los multimillonarios. Central Park no es el único espacio público que experimenta un aumento de precio para vivir en su proximidad. El High Line, uno de los espacios urbanos más preciados de la ciudad y una atracción popular tanto para residentes como para turistas, ha provocado un aumento sustancial en todos los aspectos de la vida en los vecindarios que conecta.
Los condominios únicos, con diseños de Neil Denari y Zaha Hadid, por nombrar algunos, y el camino de intrincados jardines que celebra el pasado del vecindario, han sido criticados en los últimos años por no considerar el futuro de la ciudad. Y si bien High Line generará casi mil millones de dólares en ingresos para la ciudad en los próximos 20 años, ¿qué significa esto para los residentes que han sido desplazados debido a la mayor riqueza de un vecindario que alguna vez fue visto como menos de deseable?
En el futuro, los parques y espacios públicos podrían preocuparse menos por su apariencia y más por cómo funcionan y pueden servir a las personas que viven y trabajan cerca de ellos. Es fundamental reinventarlos de manera que promueva la equidad y no se convierta en un punto de marketing para los desarrolladores que buscan construir un nuevo condominio. En un intento por comenzar a mitigar los efectos que los parques han tenido en los vecindarios de menores ingresos, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, ha lanzado un plan de recuperación, con uno de los aspectos enfocándose fuertemente en la creación de espacios públicos para los vecindarios más afectados por COVID-19, cuyos datos muestran que se correlaciona directamente con las comunidades desatendidas.
Escrito por Kaley Overstreet | Traducido por Santiago Baraya