
© Marcel Gautherot
Se estima que los primeros usos del andamio se hicieron hace unos 17.000 años, en el Paleolítico. Los agujeros en las paredes para fijar estas estructuras de soporte en cuevas en el suroeste de Francia, sugieren que los andamios rudimentarios ayudaron a nuestros antepasados a hacer pinturas rupestres [1]. Otro registro importante de uso se encuentra en Egipto, hacia 1450 a.C., en el que las pinturas egipcias ilustran la construcción de un obelisco con la ayuda de andamios [2]. También hay evidencia documental de que los egipcios usaron andamios de madera para construir las pirámides.
Además de la madera, un material importante en la historia de los andamios es el bambú. Fue y sigue siendo ampliamente utilizado para la construcción de marcos de soporte para edificios, especialmente en Asia. Como ya hemos comentado, es un material de alta resistencia estructural para esfuerzos de tracción y compresión, además de crecer muy rápidamente y poder ser cosechado y utilizado con facilidad. Las conexiones entre los troncos de bambú se pueden atar con cuerdas vegetales o plásticas.

De hecho, la unión entre las piezas fue la principal debilidad de los andamos, requiriendo de un tiempo considerable durante el montaje. Un actor importante para hacerlos más eficientes fue Daniel Palmer-Jones, quien fundó junto a su hermano Patent Rapid Scaffold Tie Company Ltd en Inglaterra. En 1911, patentaron un juego de fijaciones para troncos de madera y tubos metálicos que se estaban introduciendo en el mercado en ese momento. La solución se denominó rapid scaffixers (andamios rápidos) y utilizó cadenas de hierro atadas a pequeños trozos incrustados en la madera.
En 1923, con el avance de la metalurgia, los tubos metálicos se volvieron cada vez más comunes y la misma empresa desarrolló otros sistemas de fijación, que todavía se ven en las obras de construcción en la actualidad. Este sistema unía las piezas tubulares mediante abrazaderas con tornillos y tuercas, consiguiendo mucha más resistencia y practicidad en el montaje. Otra patente extremadamente importante fue el sistema de armazón, creado por un trabajador de la construcción que sobrevivió a una caída de un andamio de madera colapsado. Durante su recuperación, Reinhold A. Uecker diseñó una estructura de acero que era más segura y práctica que los caballetes de madera que solían usar [2].

Pavilhão Schaustelle / J. Mayer H. Architects. Image © Markus Lanz © Pinakothek der Moderne

Mercado Dadad / Bangkok Tokyo Architecture + OPH. Image Cortesia de OPH
Un proyecto icónico que utilizó andamios de forma permanente fue el Teatro Oficina, de la arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi y Edson Elito. Según el crítico Rowan Moore, autor de un artículo publicado sobre la obra en el periódico inglés The Guardian, «es un espacio largo y estrecho como una calle en una envolvente quemada de un antiguo teatro, que es vigilado por un frontón de galerías construidas con andamios. El Teatro Oficina tiene ángulos de visión desafiantes, asientos duros y una forma que es exactamente todo lo que los teatros no deberían tener, pero es tanto más intenso precisamente por esa razón». Sus tribunas apiladas sobre estructuras de andamios permanecen en uso 60 años después de la construcción.


Humanidade2012 / Carla Juaçaba + Bia Lessa. Image © Leonardo Finotti

“Yolechang2020” Market / UAO Design. Image © Ran Jia

Hacking SP – Adidas Ultraboost19 / Victor Delaqua + bloco B arquitetura. Image © Gabriela Favero
Notas
[1] Waters, Colin. Reaching for the sky – A potted history of scaffolding. scaffmag: The Scaffolding Magazine. Disponible en este link.
[2] Campolina, Felipe de Paula. Andaimes: a evolução do sistema e novas aplicações na construção metálica. Dissertação (Mestrado) – Universidade Federal de Ouro Preto. Escola de Minas. Departamento de Engenharia Civil. Mestrado Profissional em Construção Metálica. 2017.
Escrito por Eduardo Souza | Traducido por José Tomás Franco